Fusilao o el juego de la desesperanza. La connotación del nombre de la historia ya es en sí un hecho significativo, fusilar con un balón, fusilar en un paredón. Esta representación de un destino fatídico de una madre que vive la angustia de llevar a su hijo a un hospital sin lograr respuesta alguna, sin medicamentos, un único doctor en la sala de emergencias y un tomógrafo apagado para siempre. Este mismo carrusel se evidencia en el color del cortometraje que trascurre en un solo día: cálidos emotivos al momento del juego, rojizos de angustia en el rostro de la madre, negros verdosos en la espera, azules fríos de la tarde, ausencia de luz de un rostro desdibujado.
Sinopsis
Un accidente inesperado deja a Henrique inconsciente, su madre lo lleva de emergencia al hospital. Sin embargo, pronto descubrirá que el juego Fusilao podría convertirse en una metáfora de lo que se vive día a día en los pasillos de un hospital en Venezuela.